Los bebés de 0 a 3 meses y la actitud lúdica. ¿Estás lista para jugar?

¡Hola gente! Esta semana en MAMMA MIA creamos 3 propuestas de juego para dar respuesta al pedido de una mamá que tiene ganas de jugar con su bebé de 2 meses. ¡Eso es tener actitud lúdica! Queremos compartir con vos estas propuestas y te contamos que vos también podés pedirnos tu planificación para jugar con tu bebé. La primera vez es gratis e incluye el diseño de un hermoso álbum personalizado con las fotos de ustedes jugando (por más información sobre planificaciones de Juego click acá).  Y ahora ¡a jugar!

Primero que nada, te cuento que tu bebé de 2 meses está sumamente activo y aprende muchísimas cosas cada día, aunque tal vez no lo parezca. Todavía necesita dormir mucho pero en los momentos en los que está despierto estará cada vez más atento a su entorno percibiendo con más nitidez las imágenes que ve y los sonidos que oye. Pero su gran placer son el gusto y el tacto. Si lo amamantás o lo tenés a upa mientras toma su mamadera, este es un momento maravilloso para comenzar a jugar con él siguiendo tu intuición. Tal vez quieras hablarle, tal vez sientas el deseo de acariciarle un piecito o de dejar que tome tu dedo con toda su manita.

Sé que los primeros meses de vida del bebé son muy cansadores porque aún se despierta mucho y no te deja dormir una cantidad de horas seguidas que resulten suficientes para sentirte renovada. Por esto te recomiendo que busques hallar satisfacción disfrutando en lo que hay que hacer: alimentarlo, cambiarlo, bañarlo, volverlo a alimentar, a cambiar y a bañar… si ponés tu atención en los pequeños detalles y te conectás profundamente con el momento presente, de seguro tu actitud de devolverá un sentimiento muy placentero que recompensará todo el esfuerzo. Y cuando simplemente no te sientas lista para estar tan conectada con cada momento, no te fuerces. Mientras menos te exijas a cumplir con sugerencias e ideas de otros, más relajado estará también tu bebé y más felices estarán ambos.

Comparto estas sugerencias basándome en mi experiencia personal y en la de muchas otras mamás con las que he trabajado. Para mí es prioritario respetar el tiempo y ritmo de cada madre, que sabe exactamente lo que necesita y desea hacer y a veces solo nos falta confiar plenamente en esta intuición más allá de los comentarios del entorno familiar y social (excepto claro está el del pediatra de tu confianza).

Los juegos

En los momentos que el bebé esté satisfecho y aún no tenga sueño, podés comenzar a proponerle tres juegos básicos que tienen que ver con las rutinas cotidianas, con pequeños espacios lúdicos de exploración del entorno y de vínculo con vos:

  • Las rutinas cotidianas: El juego de la comentarista deportiva. Si estás con tu bebé sola en casa muchas horas ¡no hay motivo para que estés callada todo el tiempo! Allí tienes a tu pequeñito de 2 meses, despierto de a ratitos y listo para enterarse de todo lo que está sucediendo. Es muy positivo que vayas narrándole lo que estás haciendo, que le hagas preguntas para que sepa que lo estás involucrando en la conversación y que le expliques lo que harás con él para anticipar ciertos momentos. Le llamo “El juego de la comentarista deportiva” porque las personas de esta profesión tienen la capacidad de narrar paso a paso y volver interesante y apasionante algo que visto sin audio sería tremendamente monóntono y con poco sentido. Si querés, hacé la prueba de mirar un partido del mundial sin audio (que no sea el de Argentina o el de tu país!!) y verás como pierde el suspenso, la emoción y la gracia. Ojo, no estoy diciendo que le hables a toda velocidad y sin parar, sino que encuentres la forma de compartir, a tu estilo, lo que va sucediendo en el día a día y que mientras le hables busques generar contacto visual con sus ojitos. Verás como el bebé se esmera por girar su cabeza y seguirte con la vista mientras te vas moviendo y hablándole. También extenderá sus manitos abriéndolas y cerrándolas y dará pataditas y muy probablemente quiera comenzar a contestarte con un encantadora letra A, una U y una O… si lo unimos, formamos AJO, AGU. Fantásticas primeras palabritas que probablemente serás la primera en disfrutar. De este modo estás estimulando de una forma increíble a tu bebé en múltiples áreas:
  1. desde la mirada y la palabra sostenés el vínculo entre ambos,
  2. desde la narración de los hechos lo ayudás a comprender su entorno,
  3. desde la anticipación de lo que harás lo ayudás a sentirse seguro y protegido. Llamalo por su nombre o su apodo y hacelo partícipe de tus actividades, colocándolo semisentado en su cochecito o acostado en el suelo sobre una frazada forrada con una sábana de algodón. Podés decirle, por ejemplo, “Pedro (aquí va el nombre de tu bebé), ahora voy a cambiarte el pañal. Para eso necesito buscar los pañales que están guardados en este cajón de acá y también el algodón para limpiarte la colita. Es suavecito el algodón, ¿no es cierto? A mi me gusta sentir el algodón en la mano (y podés acaricarle la mano con un copo de algodón). Ahora te estoy limpiando, ¿está un poquito frío? Muy bien, ya estás limpito. Si querés podés aprovechar a mover las piernitas un poco ahora que estás libre… Bueno, ahora te voy a poner el pañal nuevo y limpito para que puedas estar cómodo y puedas dormirte cuando te de sueñito”. ¡Si podemos hacer interesante el momento de cambiarle el pañal, muchas otras rutinas del día como bañarse, vestirse y mamar seguro que serán super divertidas! Y de seguro en este mes, si aun no lo hizo, en algún momento tu bebé te devolverá una fantástica sonrisa y hasta tal vez una carcajadita. ¡Puede suceder en cualquier momento así que estate lista para que el corazón se te derrita!
  • Espacio lúdico de exploración: El juego de La Servilleta Mágica. A los dos meses, el bebé continúa desarrollando sus cinco sentidos y comienza a coordinar de manera voluntaria el movimiento de sus manos para tomar objetos que le resulten atractivos. Te propongo entonces que generes un espacio en el día en el momento en que los dos estén tranquilos y comiences a ofrecerle distintos objetos que atraigan su atención mediante la vista, el oído o el tacto para que los pueda explorar. No tienen que ser super juguetes sofisticados y a pila (más bien todo lo contrario). Te propongo para esta semana que busques una linda servilleta liviana para jugar. Mostrársela, hablarle de lo linda que es y de cómo se mueve en el aire. Con el bebé acostado en un lugar seguro boca arriba, dejá la servilleta a un costado o sobre sus piernas mostrándole que la estás apoyando allí para que él la tome en sus manitas. Si no lo hace no tenés nada de qué preocuparte, la idea no es esperar que el cumpla con «objetivos» sino ofrecerle un objeto que es valioso para su deseo de juego y exploración para que lo use cuando él se sienta listo para ello. Podés continuar haciendo esto en otros momentos y otros días. Verás que en algún momento la descubrirá por su porpia iniciativa y que se deleitará jugando con ella. Solo hace falta saber observar, saber esperar y saber no interrumpir su ritmo al jugar. Esto fortalece increíblemente su autonomía, su sentimiento de confianza en sus habilidades y el desarrollo de su motricidad libre. Lo bueno es continuar ofreciéndosela y darle su tiempo para que comience a jugar. Cuando esté listo, el bebé disfrutará de explorar los movimientos de su bracito, de su mano y de la servilleta en el aire, probará llevársela a la boca para conocer mejor su nuevo juguete y la agarrará con todas sus fuerzas con el puño cerrado. Una servilleta puede ser un magnífico juguete para bebés más grandes también, por lo tanto conservá esta idea a medida que vaya creciendo. Poco a poco, ejercitará el modo de tomar las cosas a voluntad y de coordinar sus bracitos asociando lo que ve con los movimientos necesarios para alcanzar el objeto deseado. Podés repetir este juego muchas veces, no se aburrirá sino que se sentirá estimulado a explorar distintas posiblidades. Cuando sea más grande, puede que percibas que desea jugar a las escondidas con vos usando la servilleta. Si estás atenta y percibís esta intención de juego en sus gestos cuando se tapa la carita podés preguntar: “¿Dónde está Pedro?”. Es posible que él mueva sus manitas para sacarse la servilleta y vos pueden celebrar juntos: “¡Acá está!”.
  • El vínculo mamá bebé: El juego de Mamá se juega.

    Si bien todos los juegos que te propuse nutren y enriquecen el vínculo que tu bebé tiene con vos, esta propuesta tiene que ver con que  vos también te diviertas, haciendo algo que te guste, y desplegando así tu propio descubrimiento de lo que se trata ser una mamá flamante (aunque tengas otros nenes, siempre nos volvemos a inventar).
     

    La idea consiste en “volver a hacer algo que te gustaba hacer antes de que el bebé nazca”… ¡Guau! ¿Había cosas que hacías antes de pasar a atender las necesidades de un bebé encantador y maravilloso pero altamente demandante? ¡Sí! Tal vez ibas al gimnasio y ahora no tenés energía o tiempo o no querés dejar al bebé por si llora. Tal vez pintabas, o te gustaba ir al cine, bailar,  sacar fotos, tocar un instrumento o tomarte un cafecito en un bar leyendo tu revista favorita. Pues bien, nada te impide que vuelvas a hacerlo. Sí. Leíste bien: nada te lo impide. Escribí en un lindo papel lo que tenés ganas de hacer esta semana, esa cosa que te gustaba tanto hacer hasta hace 2 meses y que ahora parece que quedó en un tiempo muy, muy lejano. Puede tener un formato así: Yo amo ….. (pintar, leer, escribir, tomar un café, etc). Pues bien, pegá ese cartel en donde lo veas seguido como un recordatorio y buscá la forma de lograr hacerlo, aunque sea en simulacro. Por ejemplo, ponete una liadísima mesa de desayuno, con más ganas que lo de costumbre, y pedí al diarero que te traiga la revista que te gusta. Prepará una infusión que te encante y montá un “set imaginario de cafecito de la esquina”. Mi propuesta es que no dejes de lado el 100% de lo que vos eras antes de tener a tu bebé, cosa que no tiene por qué suceder pero que muchas veces nos sucede. Mientras hagas tu actividad, podés tener al bebé al lado y aplicar la técnica de cronista deportiva, mientras le decís, ahora estoy leyendo mi revista favorita, haciendo el saludo al sol, usando mis acuarelas o escribiendo un mail a una amiga. Contale lo que hacés, y contale que lo estás haciendo para vos, porque lo disfrutás y amás hacer eso. Tu bebé estará feliz porque vos también vas a estarlo. Los bebés no son los reyes de la casa: ¡vos sos la reina! Y está bueno que así te trates y te sientas. Esa es tu esencia, el lugar que ocupás en tu hogar. Entonces el bebé ocupará naturalmente el lugar que le queda, que es el mejor, el más adecuado para él y para el orden familiar: un maravilloso y encantador principito, que comprende que lo esencial es invisible a los ojos.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s