Si tu peque de 2 años aún se queda en casa mientras los hermanos mayores van a la escuela y cada mañana llora desconsolado con su mochilita puesta pidiendo que lo lleves a él también, tenemos una idea que les va a gustar a los dos: cuando todos se hayan ido y estén solos, contale que van a ir al jardín y que para eso se pondrá la remera del uniforme escolar, jugará a los juegos de mesa de sus hermanos y aprenderá algo nuevo. Puede ser que le dediques entonces un tiempo a enseñarle a ponerse las zapatillas, a pasar las hojas de un libro “de nenes grandes” sin rasgarlas, a poner a lavar su vaso del desayuno en la pileta… En fin, ¡lo que sea! Solo una advertencia. No te enfades si usa de manera inesperada los objetos que le das. Para el, se trata de simplemente de jugar a ser grande, pero sigue siendo un pequeñín adorable al que vale la pena disfrutar. Si hace una torre con las piezas del ajedrez, en vez de tratar de hacerle entender que así no se juega, ¡¡sacá la cámara de fotos y disfrutá!!