Viaje al mar en la bañadera

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Si no te gusta el mar y no querés ni siquiera escuchar hablar de él, volvé al baúl de ideas online para jugar con tu bebé y buscá otra opción. Pero si adorás el mar, añorás la arena y nostalgeás el ronroneo de las olas, ¡adelante! Será una experiencia vivificantemente veraniega para dejar de lado la nublada llegada de los primeros fríos del año (si estás del otro lado de nuestro redondo plantea, tener a bien esperar a octubre para jugarlo y si estás en el trópico ¡dichosa eres!). Pero si sos de las que estamos en el sur y apenas llega el otoño ya extrañamos el verano ¡este es tu día de suerte! Pues bien, este juego te permite llevarte a vos y a tu bebé de viaje al mar a la hora del baño mientras lo acostumbrás a mojarse la cabeza con agua y shampoo. Tiene la gran ventaja de que no hay que untarlo con pantalla solar factor 50 antes de empezar y no hay que sacarle arena de las zonas más recónditas del cuerpo al terminar.

Ingredientes:

• Un puñado de sal marina,
• agua caliente pero no tanto,
• una bañadera,
• shampoo para bebés,
• mamá con el espíritu en alta siendo viernes a las 9 pm,
• un bebé cansado pero no tanto (si el bebé está muy cansado reservarse esta escapada al mar para mañana).

Receta:

Sentar al bebé con varios juguetes alrededor y colocar una pava de agua a hervir (ojo, no es para tomar mate o un café, ¿eh?).

Ir al baño a llenar la bañadera y volver a apagar el fuego de la pava mientras el bebé se escapa hacia el baño sin que lo notemos.

Sacar al bebé del baño y cerrar el duchador de bidet que abrió en nuestra ausencia. Diluir tres cucharadas de sal marina en el agua caliente de la pava y diluirla bien mirando todo con un solo ojo (el otro ojo está en el bebé para evitar reincidencias con el duchador del bidet).

Incorporar el agua salada a la bañadera con agua mientras tenemos al bebé bien alejado y chequear que la temperatura sea adecuada para darle un baño.

Desvestir al bebé (recordando siempre que puede haber sorpresas en el pañal, es sabido que sucede cuando menos lo esperamos). Colocar al bebé en la bañadera y hablarle contándole que se están yendo de viaje al mar, que en el mar hay mucha agua, que es muy grande y que es salada. En este momento se puede tomar un poquito de agua con el dedo y rozar sus labios para que saboree lo «salado» de su mar. Contale entonces a tu bebé de cuánto te gusta el mar, de cómo fue el día que lo conociste, de qué cosas te gusta en especial de la playa y de jugar en el agua (asociación libre permitida).

Proponele entonces «irse juntos a conocer el mar y sus olas espumeantes». Aquí es cuando diluís una buena cantidad de shampoo para bebé (que no hace arder los ojitos) en la bañadera y la comenzás a remover suavemente contándole que estas son las olas del mar. Que son divertidas, que vienen y van, que traen espuma, como la que hay acá.

Mové el agua de la bañadera haciéndola avanzar y retroceder, como si fueran suaves olas. Tomás un poco de espuma y acariciá a tu bebé en la pancita, en la espalda y dejá que explore él también. Si se la lleva a la boca no te preocupes: ¡estará muy salada y muy probablemente no querrá volver a intentarlo! ¡Je!, ese es un as en la manga que nos habíamos guardado. 🙂

Muy suavemente explicale que ahora vas a mostrarle cómo el mar te lava suavemente todo el cuerpo y vas subiendo hasta mojarle con cuidado la cabeza y darle un buen baño.

El juego termina cuando el bebé se duerme, se arruga como una tortuga o te quedás sin más ideas para seguir narrándole cuánto te gusta el mar. Te aseguro que tu bebé dormirá como un bebé esa noche… ¿como qué más iba a dormir??? ¡Así que si se despierta a la madrugada no nos hacemos responsables!

¡Buen viaje y Feliz Escapada de Fin de Semana Largo!