© Fernanda Raiti
(Este es un post para mujeres, pero si sos hombre podés invertir los términos y creo que te puede interesar igual. Dale una mirada y en todo caso en los comentarios me contás.)
Como es muy, muy, muy habitual en todas las culturas que he conocido, las suegras son verdero tema de interés y conversación entre las mujeres (y los hombres) que tienden a ennumerar sus aspectos de la personalidad menos beneficiosos de manera periódica y rigurosa a la vez. Y uno de los temas más recurrentes tiene que ver con el binomio suegra/cocina. «Nadie cocina como mamá», ¿verdad?
En mi caso creo que soy afortunada porque mi suegra efectivamente cocina de maravillas y sabiendo que era una carrera perdida desde el comienzo nunca, jamás, desde el mismísimo inicio de nuestra relación, intenté superarla. Ella nos regaló para nuestro casamiento un bellísimo libro escrito e ilustrado a mano con sus recetas y lo abracé con humildad contra mi pecho, sabiendo que me estaba dando información de alto valor para mantener a mi marido feliz en la mesa. Lo he utilizado muchísimo y cada vez que sigo sus recetas al pie de la letra, la comida sale perfecta. Sin embargo mi espíritu libre y creativo que me llevó a menudo a ocupar mi tiempo en tareas tan divertidas como bailar con mis hijos o pintar una pared, olvidándome por completo del asunto de la cocina hasta que ya todos teníamos hambre. Y me he animado también gracias a este mismo espíritu a hacer muchísimas invenciones culinarias. Aunque, debo admitirlo, me ha llevado años terminar de descubrirle la gracia a la cocina y mi pobre esposo se ha encontrado con platos poco menos que desastrosos durante mucho tiempo. No sé bien cómo sucedió el milagro, pero finalmente puedo decir que ahora disfruto concinando, creo nombres graciosos para mis platos y decoro cada comida con esmero para tentar a todos a sentarse a la mesa con alegría.
O sea que resolví la cuestión organizativa de tener la comida a tiempo y la cuestión de la presentación y el sabor en lo que con orgullo hoy me pongo tres estrellas (Un «Bueno». Alguna suegra maligna diría un «Podría ser mejor», pero nunca la mía).
Aunque aún me queda el problema de que se come demasiadas veces al día una comida elaborada. Dos veces para ser precisa. Y mis comensales han comenzado a agarrarle el gustito a la variedad de platos servidos refunfuñando considerablemente si a la cena aparece servido en el plato lo mismo que al mediodía. Esto multiplicado por 7 días da un total de 14 platos diferentes. Por lo tanto, estuve enfrentando el problema de decidir qué hacer para el almuerzo y la cena. ¿Notaste que no hay método más efectivo para que todos tus seres queridos se ocupen repentinamente que pedirles ayuda para elegir qué comer? Apenas terminaste de plantear la pregunta que levantás la mirada y ¡plum! desaparecieron todos. Chicas, así es la vida. Decidir el menú es tarea exclusiva de la que cocina. Salvo cuando se hacen las tres P (pasta, pan, pizza) que es lo que mis hijos muy dispuestos sugieren comer día tras día.
Si tenés vos también el problema de decidir qué hacer de comer, que sea rico, que sea alimenticio, que quede bien, sabroso, equilibrado y casi perfecto, ¡tengo una excelente noticia!
¡MI SUEGRA HIZO UN BLOG DE COCINA! Podés visitarlo acá:
http://buitacocina.wordpress.com/
No es en broma, es cierto, totalmente cierto. Son mis sueños hechos realidad. ¡Un blog con bellas fotografías y detalladas recetas de platos salados y dulces naturistas! Visitalo si querés descubrir por qué me siento afortunada de tenerla como suegra y disfrutá sintiéndote una reina al servir sus platos en tu mesa. ¡Esto mismo tengo planeado hacer yo! Porque la cocina hecha por mamá lleva el ingrediente principal para la vida: la vitamina A del Amor.
¡Que lo disfruten!
Felicitaciones para la suegra!!!!
Hola Fer,como estas? A mi me parece que , como mamás y cocineras de nuestra familia, debemos esforzarnos en esta tarea. Es muy importante enseñar a nuestros hijos a tener un buen hábito alimenticio, así como le enseñamos tantas otras cosas, porque para la próxima generación la enfermedad Nº 1 del mundo va a ser la obesidad (con todas las otras enfermedades que derivan de ella). Y esta obesidad va a ser consecuencia de la mala alimentación de estos niños, futuros adultos, que no comen variado;comen muy pocas verduras, escasas frutas, no comen pescado ni mariscos, no comen legumbres, etc. Entonces queda una alimentación deficiente a base de carnes rojas + pollo y harinas de todo tipo + papas = obesidad con desnutrición. Por esto me parece super importante dedicar bastante tiempo a esta importantísima tarea, ya que los buenos hábitos se adquieren en la infancia. Horários bastante fijos (para que no coman entre comidas y despues no tengan hambre cuando se sientan a comer la «comida» o la merienda; variar las recetas asi no se acostumbran a comer ,por ejemplo, pescado frito y el día que no lo hacemos frito no lo comen. A cocinar con ellos para que disfruten del proceso y como lo hicieron ellos estan super motivados para probar cosas nuevas (que capaz que si lo haces vos, ni siquiera lo quieren probar!!). Bueno, podria seguir escribiendo porque el tema me encanta…pero no quiero ser pesada!! Creo que la idea ya quedó clara. Ya incorporé a mi lista de favoritos el blog de tu suegra porque «hay que variar el menu diario»!! Muchas gracias por el dato , un cariño enorme, Marty
Me gustaMe gusta
¡¡Gracias Marti por tus aportes siempre tan valiosos!! Sabés que a mí me importa mucho la temática de la buena alimentación de nuestros hijos y no solo en el aspecto de la comida sino también de todo su ser, cuidando lo que entra por sus cinco sentidos y apoyándolos para que crezcan de manera sana tanto en su cuerpo, como en sus emociones, mente y espiritualidad. Por eso, aunque escribí el artículo con humor, los puntos que vos marcás son un aspecto escencial de la temática. ¡¡Nuevamente gracias por tus aportes!!
Con mucho cariño,
Fernanda
Me gustaMe gusta
Esto SÍ que es un sueño convertido en realidad! Un comentario tan amoroso y positivo de mi ‘nuera’ sobre lo que cocino. ¿Será que ella y yo estamos decididas a dejar los estereotipos de lado y simplemente tomar lo mejor de cada una? ¿Será que ese es el secreto tan buscado de la felicidad? No sé, solo sé que tenemos mucho en común más allá de la familia: el amor por lo creativo, por los colores y por la belleza; la pintura, las buenas fotos, los niños felices y …¡eso nos hace disfrutar tambien de la cocina! Gracias, muchas gracias, adoro tus blogs!
Me gustaMe gusta
Amore, amore, querida Armi!!
Me gustaMe gusta