Durante el 2010 debemos haber comido unas 23 pizzas de la mejor casa de pastas del oeste que felizmente está a dos cuadras de nuestra casa. ¿Cómo sé cuántas comimos? Porque cada vez guardé las bandejas descartables como valiosos tesoros. En todos los momentos en los que a los chicos se les había agotado el juego autónomo (cosa que cuido como un tesoro impagable y estoy aprendiendo a no interrumpir por nada del mundo) y a mí ya no se me ocurría ni una idea más de qué hacer con los chicos (¡sí, les aseguro que eso me pasa!) sacaba unas bandejas, el tarro de pinceles, los acrílicos y ¡a pintar mandalas! Yo también pintaba, cosa que hacía definitivamente más divertido el enchastre para mí también. Como las vacaciones de verano son esa época en la que muy a menudo me encuentro sin saber qué más hacer con los chicos, se me ocurre que a ustedes también les debe pasar lo mismo. ¡¡Por eso, comparto esta actividad para ver si se animan y comienzan a comer pizza para usar las bandejas!! Nunca una mejor excusa para romper la dieta.
Aquí, orgullosamente, nuestra colección de arte pizzero. Espero que les guste la idea y que ustedes también se animen a hacer las suyas.
Están hermosos!!!
Si los ponés una imagen al lado de la otra (como en esta presentación), parece una manta de patchwork… Hermosos!
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