Estamos merendando en la Casa Naranja con Pececitos Okebon.
Una nena mueve su galleta-pez en el aire.
– ¿Qué hace el pececito?, pregunta un nene.
– ¿Qué hace el pececito?, repito yo.
Una nena se queda pensando unos segundos y sonríe diciendo:
– ¡Vuela en el agua!No siento ningún impulso por corregirla, por aclararle que los peces nadan, que los que vuelan son los pájaros.
No hay nada que corregir.
– Vuela…, suspiro yo y recuerdo la sensación de entrar de cabeza al agua, la frente expandiéndose de alegría, el cuerpo liberándose de su peso… El medio acuático acaricia todo mi ser… siento el placer que me reconecta con el cálido pulso vital en el útero de mi madre.
Acaso los poetas, para ser grandiosos, precisan zambullirse en las palabras como lo hace una niña que apenas ha visto dos primaveras.
Volar como peces, hacer poesía como niños

«volar como peces» … hace un tiempo hice el hermoso trabajo de recordar «el día mas feliz de mi infancia» , gracias a Dios vinieron a mi mente muchos días o momentos felices, recordar esa sensación de inocencia, de asombro ante las maravillas del mundo , de la vida… que dulces sentimientos …. pensé que como adulto solo iba a volver a «sentir» como niño , solo a través de la memoria…. y de pronto , casi de zopeton, desde hace un tiempo vuelvo a maravillarme con un árbol que vuelve a florecer en primavera, me tomo el tiempo de observar el «tiempo» y me permito volver a ser niña…. porque después de todo sigo creciendo, y mi hija crece a mi lado…………….
«volar como peces» que dulce sensación….
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que hermoso!! Picaso decía: a los 9 años pintaba como Rafael pero me llevó toda la vida poder pintar como un niño… Qué HERMOSO lo que estás vivenciando Viky!!
Un abrazo, Fer
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Maravillas de la infancia….!!!
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sí, qué maravilla!
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