Demos el regalo de leer

Artículo invitado de Martina Ramisch

book basketLa organización canadiense Literacy Foundation en una fuerte campaña publicitaria intenta transmitir la importancia de leer: “Cuando no leemos la imaginación desaparece” fue el lema.

Vale la pena compartirlo con todos. http://www.youtube.com/watch?v=V3Xeh0Se0XQ

Qué hermoso pedido el de la niña al final del video: “Dénnos el regalo de leer”. Sin duda cada vez que leemos para los niños les estamos brindando un regalo, los estamos nutriendo y alimentando para que crezcan sanos y desarrollen su máximo potencial. Esto es lo que nos recomienda  la Asociación Argentina de Pediatría que lanzó un Programa de Promoción de lectura.  (http://www.sap.org.ar/prof-promoc-lectura.php) Donde destaca la importancia de leer a nuestros hijos:

(…) Sabemos que leerles cuentos a los niños desde etapas muy tempranas de la vida incrementa el desarrollo de su inteligencia, de su pensamiento, del lenguaje y la comunicación.

Los pediatras, que acompañamos a las familias en el cuidado del crecimiento de sus niños, deseamos que todos tengan la posibilidad de desplegar su fantasía y creatividad, porque, además de disfrutar junto con los adultos que les lean, dispondrán de recursos más eficaces para abordar los desafíos que la vida les ofrezca. El acceso al mundo de la cultura es un derecho que los adultos debemos defender para nuestros niños. Leer con ellos es también conocer otros mundos, otras formas de vida, sentirse incluidos en la sociedad y sobre todo compartir momentos que serán imborrables. (…) http://www.sap.org.ar/docs/profesionales/Invitemos__para_padres.pdf

Después de esta introducción y de destacar el valor importantísimo de leer para nuestros niños queremos trabajar por la premisa “Demos el regalo de leer” a nuestros hijos, nietos, sobrinos, primos, hermanos, amigos, etc., etc. Y para ello vamos a compartir diferentes actividades  para encontrar ese lugarcito especial para dedicar a este valioso momento.

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Primera Propuesta: Picnic con libros

Es algo muy simple y que motiva mucho a los chicos porque los sorprendemos con un cambio en la rutina. Preparen la merienda (como fue mi caso) o el desayuno como pic-nic, en este caso había manzanas (que serán utilizadas para el momento de la narración)  y otras frutas. En la canasta, o en una caja pongan varios libros. Yo elegí libros de adivinanzas, chistes, colmos y trabalenguas ya que son cortitos y permite la interacción de todos. Empezamos con la invitación al picnic y la primera sorpresa fue la narración que realicé sobre el cuento “el manzano que quería ser estrella”. Este cuento trata sobre un manzano que veía las estrellas y su sueño era llegar a convertirse en una. Creció mucho pero nunca llegaba al cielo, hasta que un día una familia hizo un picnic debajo de su sombra y el padre le dijo a su hija que él le regalaría una estrella. El manzano sorprendido prestó mucha atención al padre que movió fuertemente su tronco e hizo caer una manzana. Tomó un cuchillo y al cortar la manzana de forma horizontal (y no perpendicular como lo hacemos siempre) en cada mitad de la manzana aparecía “una estrella”.apple-star

El manzano no podía creer que lo que siempre había soñado y buscaba afuera lo tenía dentro suyo. Cortamos manzanas y descubrimos su estrella interior.  Hermoso cuento y hermoso mensaje. En otro artículo hablaremos de la importancia de la narración oral como transmisora de cultura.

Después comenzamos a comer y a leer cada uno un libro. Fue un momento muy divertido, dónde había que esperar el turno para ser escuchado y pensar para responder las adivinanzas.  Les recomiendo esta propuesta ya que el aire libre nos aleja “a todos” de los aparatos tecnológicos y del teléfono y nos permite cargarnos de energía solar y generar un momento único con nuestros niños.

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Creo que todos tenemos recuerdos imborrables con los libros o con la narración. Seguro que se acuerdan de algún versito que les recitaba una abuela, una canción de cuna que les cantaba su mamá, un cuento que pidieron que se los contaran una y mil veces más, aquel libro especial de poesías en una época romántica, las historietas que nos hacían reir, etc. Yo recuerdo que en las vacaciones, en la playa y en familia, me encantaba leer las historietas de “Paturuzú y de Isidoro” que las compraba usadas, las leía y después las canjeaba (cada 2 o 3 te daban 1) y así me leía todas las historietas que no leía en todo el año. Y como soy muy curiosa te pregunto a vos: ¿Cuál es tu recuerdo imborrable?

¿Querés leer más artículos de Martina Ramisch? Visitá su blog: http://laalfombramagicademarty.wordpress.com/

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