A veces las familias llegan a La Casa Naranja porque están preocupadas por el desarrollo de sus peques.
Si bien mi propuesta no es terapéutica sino simplemente de Juego Libre, resulta que he descubierto que el Juego Libre es terapéutico. Aunque en un sentido para mí diferente de lo que he entendido por terapéutico en el pasado.
Así como si observás un dedo que te cortaste y podés ver claramente que el cuerpo se sabe sanar a sí mismo, yo sostengo que del mismo modo el ser interno se sabes sanar a sí mismo. Y despliega su increíble fuerza de sanación gracias al juego. Jugar es la forma evolutiva más altamente sofisticada de desarrollarnos.
¿Pero qué hacemos cuando un peque no juega?
¿O parece que juega, pero si lo observamos más detenidamente nos damos cuenta que en realidad no está jugando, sino que más bien está atascado en patrones de repetición en donde las ideas se desvanecen y no pueden nacer la imaginación ni el ensueño?
Cuando esto sucede podemos acompañar al niño en particular a Abrir el Juego. Y lo hacemos siguiendo los mismos principios, las mismas leyes universales del juego libre. Es decir: validando su sentir, valorando su iniciativa, celebrando sus ideas por extrañas que sean, honrando su ser.
Las ideas en realidad nunca son extrañas. Más bien son originales. La iniciativa nunca es estática. Más bien puede ser tan lenta que pareciera estar quieta.
Pero si ralentizamos todo el universo, si nos detenemos y domamos cada segundo, eliminando absolutamente todo lo que está demás, entonces podemos sentir el palpitar de la iniciativa del niño. Podemos captar cuál es su esencia y con profunda delicadeza podemos tomar esa puntita de Juego Libre y tirar suavemente de sus bordes. De ese modo podemos ampliar el sentido en el sin sentido, amplificado la percepción de un orden posible en medio del caos.
Entonces el niño, tenga la dificultad que tenga, se nutre del sutil néctar del reconocimiento, como si fuera una sustancia invalorable: hay alguien que me ve. Y esa mirada, por humilde que sea, tiene el potencial de parir universos enteros.
Hay veces que las familias traen a sus hijos a La Casa Naranja porque están preocupadas. Como pasó hoy, porque la maestra de sala de dos les dio un informe de fin de año que fue una rotunda falta de respeto y profesionalidad. O como pasó ayer, que me preguntaban preocupados qué hacer con su peque de casi tres años que aún no habla. O como me ha pasado decenas y me atrevo a decir que quizás cientos de veces en todos estos años.
… Se enoja mucho, no sigue consignas, no deja los pañales, no hace caso, se frustra por todo, no habla…
Y así como sucedió hoy, y como sucedió ayer, y como ha sucedido incontables veces, converso con la familia sobre esto mismo que ahora escribo. Y resulta que en el trascurso de la hora y cuarto que dura el encuentro el niño o la niña parecieran verse transformados. La gran mayoría de las veces esa comprensión en la familia lo cambia todo y los chicos no necesitan más que eso.
Claro que algunos niños requieren de una guía más específica. Pero en todos los casos, a medida que los adultos encuentran una nueva forma de mirar, los chicos de pronto empiezan a jugar más y más y todo se vuelve perfecto… No digo «como por arte de magia», porque no es mágico lo que sucede. Aunque a simple vista pareciera serlo. Pero es sencillamente natural. Es el mismo milagro de un dedo que se había cortado y se ha sanado. Es un niño que parecía detenido y se ha percibido que está en camino. ¿Será un camino variado, distinto? Puede ser. ¿Tendrá que sortear mayores desafíos? Tal vez si, tal vez no. ¿Quiere decir esto que Abrir el Juego hará que un niño sea «normal»? Lo dudo. Pero de lo que no tengo ninguna duda es que si tenemos la inmensa fortuna de llegar a la chispa de su brillantez y podemos acompañarlo desde nuestra mirada asertiva para que despliegue su esencia abriendo su juego, ciertamente será un ser humano extraordinario. Como lo somos todos.
Agradezco profundamente a mi maestra Anat Baniel por haberme enseñado con su trabajo a mirar de esta manera.
Si te interesa profundizar la comprensión y la práctica para poder Abrir el Juego en los niños que amas y educas escribime x whatsapp al +54 9 11 58442323 y te doy más detalles.