Muchas familias se preguntan cómo jugar, a qué jugar, hasta dónde insistir en jugar con los chicos durante la cuarentena. Aquí el caso de Gise y Bauti.
Querida María. Soy Gise… como estas!? Tanto tiempo! Acabo de leer tu mensaje y, maravillosamente, me ha llegado en un momento clave. Con profundo agradecimiento voy a tomar tu generosa disposición para hacerte una consulta respecto a una situación que se me presenta en el juego con mi hijo y que me urge imperiosamente descifrar pues evidentemente habla de algo que, quizá por estar tan subjetivamente involucrada, me cuesta comprender…(claramente el rol docente no siempre aplica a la maternidad! 😅). Sé con toda certeza que no hay nadie mejor que vos para aclarar mis dudas!!
Bauti tiene 3 años ya, siempre hemos tenido un hermoso vínculo lúdico. Desde hace un tiempo, sucede que frente a toda propuesta lúdica que le presentemos en el contexto del hogar , tanto yo como su papá, expresa enojo, gestual y corporal. Se retira, se niega… «no quiero». A veces incluso desarma o rompe lo que hayamos construido.
A veces intento iniciando el juego yo sola y, en ocasiones, se acerca y se suma a la propuestas, quizá la varía y yo, voy siguiendo su ritmo. Lo vamos construyendo juntos.
Creo, siempre que le propongo algo, tener en cuenta muchas variables… sus gustos, sus intereses, habilidades… necesidad de movimiento o mayor concentración… su estado de ánimo, de sueño… evidentemente hay alguna variable que se me esta escapando…
Percibo que «hay algo con las consignas» no lo veo claramente. Y yo, bueno… yo me frustro mucho honestamente. Pero eso es otro tema a trabajar conmigo misma!
Necesito comprender esta conducta para saber que me esta queriendo mostrar y cómo acercarme en estas situaciones.
Aclaro que esta conducta apareció poco antes a este contexto de situación pues se que puede ser de influencia pero no es algo que se presenta exclusivamente en estas circunstancias.
Perdón por lo extensa, espero haber sido clara respecto a mi duda y con enorme agradecimiento, quedo a la espera de tu respuesta.
¡Te mando un abrazo inmenso lleno de luz y deseo estés bien vos y los tuyos!
Aquí mi respuesta: https://drive.google.com/file/d/1SA61fTSZNL8E9GZ-0tiTzNODaUV2MQWl/view?usp=sharing
Querida María… qué placer escucharte! Admiro tu sabiduría… sin duda, no me equivocaba cuando decía que nadie mejor que vos para irradiar luz y claridad a este escenario.
Te escucho y te vuelvo a escuchar una y otra vez, para reafirmar lo que muy dentro mío ya sabía y vos tan claramente pudiste poner en palabras y traer a mi conciencia.
Reconozco absolutamente mi dificultad para correr del vinculo lúdico con mi hijo mi ser docente, mas aún en estos dias de cuarentena!. Mi profesión, que es vas bien mi vocación, mi estilo de vida, me atraviesa completamente… Tengo que hacer un laburo enorme conmigo misma para poder poner en práctica lo que que vos dijiste tan claramente y mi hijo me muestra tan sabiamente… no soy su maestra! Reconozco también, que es a mí a quien le inquieta su aburrimiento. Tengo sabida la teoría de que es muy propicio para desplegar la imaginación y para incentivar el juego libre… pero he aquí otra vez la maestra que tiene que poner una propuesta y una intencionalidad a eso.
Dicen que ver la dificultad es el primer paso para cambiarla… otro nuevo y maravilloso aprendizaje que me cerca mi hijo, mi gran maestro!
Agradezco inmensamente que te hayas dedicado con tanta amorosidad a ofrecerme esta respuesta, ¡valiosísima! ¡Gracias por traer claridad, gracias por las herramientas, gracias por tu servicio desinteresado! Que bendición encontrar gente como vos en el camino de la maternidad. ¡Sos luz María! ¡Te abrazo!
¡Un placer Gise! Efectivamente como sospechabas «había algo con las consignas», pero no lo que te imaginabas 😉
Reblogueó esto en La Casa Naranja.
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