Hace casi 20 años la Dra. Sorensen me dijo que no comiera trigo, que no consumiera lácteos y que me olvidara del tomate (adiós pizza, fue hermoso nuestro amor). También me dijo que me despidiera del azúcar blanca. Desde ese momento hasta hoy he tenido mis épocas responsables y mis épocas de comer doritos sabor 4 quesos a la vera de cada kiosco. Claro que tengo excusas. Del tipo: se me rompió la mini pimer (un clásico cuando querés alimentar a cinco a base de humus y Baba Ganoush). O también: el cachorro se comió la pieza indispensable para activar la licuadora (además de comerse la copita menstrual y el Tapón de yacuzzi… Me pregunto si en realidad no será un enviado del mal).
Y así y todo, con mis momentos de derrota, si les preguntas, mis hijos te dirán que soy una guerrera nutricional. Del tipo: «mi papá compra un kilo de azúcar blanca para usar dos cucharadas en una crema batida y mi mamá tira a la basura los 975 gramos restantes».
Cositas que me pasan…
Pero vamos al grano. El punto es que mi peque de 15 años a los 34 días de vida tuvo bronquiolitis. Siguió con dificultades respiratorias los primeros años y luego esa inflamación pasó a la piel, manifestándose como dermatitis atópica. Y la veníamos llevando bien, pero una cuarentena de 115 días es capaz de poner a un adolescente a flor de piel. Así que la semana pasada el pediatra (homeópata y alergista además), le dijo que no comiera trigo, que no consumiera lácteos y que se olvidara del tomate (adiós pizza, esto es un déjà vu de corazones rotos).
Aquí es donde decidí tomar la sartén por el mango. Y después de investigar el mercado me regalé una licuadora Oster de 600 watts.

De esto hace solo tres días y ya hice tantas cosas que paso a anotarlas para no olvidarme y para compartir:
Panqueques Mung

Leche de almendras
Hidratar las almendras y licuarlas con agua, una pizca de sal y una cucharadita de mascabo (yo no me acuerdo de hacerlo el día anterior así que a veces las hidrato 20 minutos con agua bien caliente, los fundamentalistas sepan disculpar). Me gusta agregarle unas gotas de vainilla natural y una pizca de canela. Se puede colar pero mi licuadora las muele tan bien que me lo ahorro. Usar para beber sola, con licuados de frutas y para cortareel té o en preparados como galletas o panqueques. También sirve para preparar chocolatada, aunque… ¿Ya dije que el pediatra-homeópata-alergista también sacó el cacao de un plumazo? Quizás el también sea un enviado del mal…
Trufas

Waffles/galletas de avena

Aros de cebolla
Esto es sin licuadora pero es parte de la musa culinaria anti-dermatitis de las últimas 72hs.
Mezclar un huevo con sal y otras especias. Yo le puse cayena y curry. Agregar dos cucharadas soperas de harina de centeno (tenemos permiso, solo trigo no podemos). Cortar una cebolla en aros y picar un pimiento verde. Unirlo a la preparación anterior mezclando bien para que las verduras queden bien rebozadas. Pre calentar un fondo de aceite la sartén y freir por dos minutos. Dar vuelta y freir unos 30 segundos más. Rociar con limón…. Exquisito.
Baba Ganoush
Cociné las berenjenas y un morrón rojo usando la olla essen como un hornito hasta que estaban tiernos. Separé las berenjenas y las licué con sal, dos dientes de ajo, un poco de aceite de oliva. Seguro que no es muy fiel a la receta original pero así de sencillito queda genial.
Sopa de chauchas
Hice las chauchas cortaditas en un nituke con cebolla de verdeo salteada y ya ahí le puse la sal. Luego lo licué con agua hirviendo (elegí la licuadora con jarra de vidrio templado a propósito). Usé parte como sopa y parte como base de un guiso de garbanzos y arroz.
Parmesano Vegan
Semillas de girasol dos puñados, levadura de cerveza (una cuchara sopera), una cucharita de cúrcuma y sal a gusto. Licuar en seco hasta hacer un polvo homogéneo. Increíble lo rico que es. Mi público lo ama.
Y así… Aunque hace 120 días que no manejo (pandemia de sponsor) igual puedo estar al volante de mi vida y poner mi creatividad al servicio de la salud de mi familia. No depende de nadie más que de mi decisión. Cada día disfruto más de cocinar y esto representa una auténtica conquista en mi vida (larga historia que te puedo contar otro día). ¿Y vos, en qué área de tu vida estás tomando la sartén por el mango?
Que copado María. Estamos prácticamente en la misma je je. Felicitaciones por la licuadora. Y soy capaz de hacer lo mismo con el azúcar blanca, si no fuera por mis sobrinas y las amigas de mi hija. Creo que necesito hacerme un blog porque necesito tanto escribir mis experiencias también.
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Definitivamente! Hacete un blog!
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