Bueno… Es oficial… Extraño a montones a los peques y sus familias. Los extraño… Ya cociné, ya bailé, ya hicimos tarea con los chicos y saqué a pasear a los perros 10 veces al día. Ya tomé sol y ya usé zoom. Ya desesperé por la economía y ya me calmé. Lo que todavía no logré es que cuando me suena la agenda del celu recordando un horario de grupo de Juego de la Casa Naranja no se me haga un nudo por algún lado… En la panza, en la garganta, en el pecho. Los extraño y no quería estar triste por eso… tal vez por eso hasta hoy les estuve mandando cosas pero nunca les pregunté: ¿Cómo están vos y tu peque y tus seres amados?
Y además… ¿Puedo ser de algún servicio para acompañar tu crianza #quedándoteencasa?
Tenés preguntas? Necesitas ayuda?
Vos también andas extrañando lo que supo ser cotidiano?
Es decir… Habrá alguna manera de que ya que las familias no pueden venir a La Casa Naranja, La Casa Naranja pueda ir a tu familia?
Si hay algo en lo que sientas que puedo ser de ayuda mándame un mensaje escrito, contame de vos, de ustedes. Te leeré atentamente y haré lo máximo de mi para darte mi presencia humana, cálida, creativa y libre.
Entonces… ¿Jugamos?
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