La imaginación es un poderoso elemento esencial de nuestra neuroplasticidad y cuando entramos en el ensueño del juego todo aquello que hacemos es una vivencia completamente real para nuestro cerebro, en nada diferente de cualquier otra experiencia «real».
Por eso, podés responder a la legítima necesidad de tu peque de ir a la plaza propiciando recrear la experiencia #Jugandoencasa y usando la imaginación. En la medida que sea posible, podés permitir que se recreen las experiencias motrices y sensoriales que la plaza provee y hasta armar un escenario, sentándote con tu manta playera en el medio de tu living mientras tu peque juega a La plaza en Casa.
Este es un círculo virtuoso. Imaginar enciende nuestro cerebro. Nuestro cerebro encendido puede jugar para procesar las experiencias. ¡Y jugar es la mejor manera de lograr que la imaginación se encienda!
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María Raiti 